El primer día me sentía completamente perdida: no estaba con ninguna amiga, no sabía qué esperar y, para sumar a la incertidumbre, el salón era muy distinto a los convencionales, lo que me hizo pensar que quizá las cosas no irían tan bien. Para rematar, el profesor inició con un quizz en el que me fue fatal, y ahí entendí que no tenía idea de algunos conceptos relacionados con programación… aunque ni siquiera estoy segura si realmente era programación.